martes, 4 de agosto de 2009

UN POCO DE HISTORIA EL CORREO Y LA ESTAMPILLA


En un principio, cualquier correo enviado a cualquier persona no era un servicio público sino un privilegio, una concesión restringida a gobernantes y a las personas adineradas
Después de un tiempo, vieron que esto generaba ganancias, y se le comenzó a ver como una renta, por lo que el correo estableció tarifas, las cuales eran muy altas y no eran accesibles a la mayoría de la población.
Para esto se usaban tres tipos de sellos postales; el “franco” que significaba que el envió había sido pagado por el remitente, “debe” se refería a que el porte seria pagado por el destinatario y por último el “certificado” que establecía que se había pagado al depositar el envió; a estos sellos se le sumaban otras indicaciones como el lugar de origen, su peso en onzas y los sellos que establecían el tipo de transporte que sería utilizado.
Independientemente de los imprevistos que pudieran darse con relación al clima, a las distancias y otros factores que de alguna manera afectaran la entrega no era pretexto para los carteros ya sea a pie o a caballo este debía ser entregado dentro de un horario determinado.
Por otro lado en México en 1856, siendo Administrador General de la Renta de Correos, Valentín Gómez Farías, proponía que el correo se convirtiera en un servicio público, precisamente el fue el que implemento las modificaciones que hicieran del correo mexicano, a semejanza del inglés, un correo más moderno y eficiente.
Otro dato importante es que el 21 de febrero de 1856, don Ignacio Comonfort expidió un decreto que ordenaba la emisión de estampillas en México.
El grabador José Villegas tuvo a su cargo la responsabilidad de diseñar y elaborar el primer timbre mexicano, el cual llevaba la imagen de don Miguel Hidalgo.
Las tarifas de las estampillas iban desde el medio real hasta los 8 reales, estas tarifas impuestas a las primeras estampillas mexicanas resultaron muy caras lo que trajo como consecuencia que los servicios ofrecidos se utilizaron menos; ya para diciembre de 1856 las tarifas se redujeron a dos reales.
Actualmente y desde hace mucho tiempo, cuando hay un evento importante como en su época fue tener la sede de los juegos olímpicos, en el caso de México, o bien conmemorar algún hecho importante o rendir homenaje a algún distinguido miembro de la nación, se emiten estampillas conmemorativas, en una determinada cantidad, que nos recuerde el motivo de su expedición y las hacen tan únicas que muchos las usan para coleccionar; con todo esto se originó la filatelia, es decir, la ciencia que estudia las estampillas y en consecuencia, los filatelistas o sea, los coleccionistas de estampillas.


Ena Flores Pino

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