jueves, 23 de julio de 2009

LA ODIOSEA DEL IR AL CIRCO…DESPUES DE 15 AÑOS SIN PRACTICA.





El circo ha llegado a la ciudad, y hace unos 15 años esto habría sido motivo de escándalo, euforia infantil y muchos berrinches para los papás. Hoy en día el entretenimiento de los niños ha cambiado, pues las tardes de juegos en las que por lo regular mamá siempre interrumpía y ordenaba meterte cuando el juego estaba en la mejor parte y estabas a punto de ganarles a todos, ya no queda nada, ahora se divierten frente a una consola de juegos o en la computadora, dejando a tras el contacto humano.
En estos días al circo se va por la nostalgia de lo que significó, este sector de entretenimiento ha tenido por tanto que ir evolucionando, he de suponer que divierte más a los adultos que a los niños. Por el hecho de recordar y querer dar una parte de esa infancia que tuvimos y que las nuevas generaciones ni siquiera se imaginan.
Hace 15 años la forma en la que los circos hacia publicidad era asistiendo a las primarias a regalar boletos de descuento, ahora, pasean a los animales para llamar la atención, es normal que necesiten buscar nuevas formas de llamar la atención por la decadencia, pero no solo eso ha cambiado, el espectáculo, ha tenido que modificar el humor y carácter que se tratan, pues ahora los infantes no se divierten simplemente con los chistes de los payasos o la caminata de los animales.

A pesar de todos eso cambio, la gente sigue asistiendo e ir es toda una odisea, desde el principio, se observa la tendencia de nostalgia que tanto se ha mencionado pues el público es más adultos que nada, las filas son inmensas, como dato curioso hay más mujeres adultas como asistentes, hasta ese momento no se ve sospechoso a no ser por el contenido del show.
Por otro lado creo que la crisis ya ha llegado a los circos, es mucho más económico ir al cine que ir al circo, después de pagar el boleto y hacer la fila de metros y metro, es hora de entrar al circo, y todo es tal cual como lo recuerdas, el aroma a palomitas, las tienditas de color rojo con dorado, la rampa de madera, la grava blanca de apertura, como si nunca lo hubieran movido de lugar.
No están fácil llegar y sentarse a ver el espectáculo y listo, después de una serie de empujones y encontrar tu lugar, falta escuchar los 3 llamados y por supuesto la incitación de compra por parte del maestro de ceremonias, es decir las famosas varitas, las espadas, la foto y cuanta chunche encuentren para vender.
Pero el llamado más importante y más esperado por todos es…”Esta es la tercera llamada…tercera llamada y comenzamos” creo a todos alivia esa tercera llamada, pues cabe señalar que el calor esta a todo lo que da, el circo Atayde García (que es el que está actualmente dando funciones en la ciudad) tiene un opening bastante tradicional pero muy evolucionado, las clásicas bailarinas que dan inicio al show, hasta ahí todo se ve normal…hasta que salen los hombres a bailar, y me pregunto estoy en un circo o en otro lugar…pude haberlo superado hasta que salieron los bailarines de blanco con ropa sumamente entallada, y ¡oh! Sorpresa…adiós playera, y luego…adiós cinturón, en ese preciso momento voltee a todos lados esperando una explicación, fueron dos segundo y cuando me di cuenta, ese baile tan provocativo…se había convertido en un musculoso Tarzan, sabía que tanto descaro no podía estar pasando, y que encontrarían una forma de justificar el lado infantil, ahora entiendo porque se publicitan en lugares como el mercado donde saben que encontraran amas de casa, ahora entendía la fila interminable de mujeres.
En fin, muchas cosas transcurrieron como lo recordaba, las contorsionistas con el mismo truco, los animales que bailan y saltan, pero sabía que era demasiado bueno para ser cierto, pues ahora puedo decir con certeza no hay ningún lugar en este pequeño planeta que en el que nos salvemos de la globalización y la mediatización, y ahí estaba con las luces apagas, esperando a ver el siguiente acto, cuando suena una canción de Michael Jackson y las luces se encienden, las contorsionistas, los payasos y hasta el propio Tarzan, se habían convertido en bailarines para hacerle un tributo al rey del pop, tengo que admitir que después de la sorpresa fue algo que me gusto bastante, el acto más aplaudido y más sobresaliente y sin tener la necesidad de desnudase y dar vueltas como Tarzan, tal vez no eran los mejores bailarines ni la mejor producción, pero lo que era seguro es que el circo estaba evolucionando su forma de entretener, a menos de un mes de la muerte de Michael Jackson y ellos ya tenían un tributo, así como los chinos que a 42 horas de la muerte del ídolo del pop ya tenían su biografía impresa.
Otro acto rescatable fueron los payasos, pues aunque los chistes siguen siendo los mismos, el espectáculo se apoya de instrumentos en vivo tocado por ellos, y a estas alturas puedo decir que los payasos fueron los más talentosos de toda la noche, con canciones clásicas como “A mi manera” o “Los santos van”…creo que fue una diversión bastante nostálgica y sorpresiva.
Los años pasan y se notan en las diversiones, después de hora y media de espectáculo nostálgico y de la estafa más grande del mundo, puedo decir que ir al circo es una buena experiencia para recordar, no sé si para nuevas generación, pero cuando menos para la mía que aun nos toco ser parte de este mágico show, si, ahora entiendo porque a mis papas les costaba trabajo llevarme.
Aremy Cahun Calderón

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